en la cual pueden observar que Magaly no calla nada, sincera y honesta con sus respuestas además que nos cuenta que todavía hay mucho que hacer por los abusos "invisibles" que suceden en nuestro país en contra de las mujeres y los niños.
He leído que la primera vez que llegaste a Lima tenías 10 años.
Mi tía me trajo de Huanta. Vamos, te voy a llevar a conocer, me decía, y yo me vine contenta, era la primera vez que me separaba de mis padres. Aquí me fue mal, fue bien triste.
¿Qué te pasó?
Mis primas me trataron muy mal. Lloré mucho porque me negaban la comida, me empujaban al water, me pegaban, me hacían lavar ropa.
¿Eras la empleada de tu tía?
De mis primas. Así estuve dos semanas, pero luego me fui, solita. Mi hermano mayor era el chofer de mi tía y le dije que quería regresar a casa, él me mandó en una empresa. Tenía miedo de estar en Lima, al lado de mis primas, de dormir en el piso, ellas me botaban de la cama -
¿Te botaban?
Por celos, imagino, porque yo me ganaba el cariño de mis tíos. Yo les ayudaba a cocinar, a lavar y cuando mi tía se iba, mi prima aprovechaba y me decía que le lustrara los zapatos, que le lavara los calzones. Por eso me fui. No soportaba. La gente puede pensar qué hacía una niña de 10 años regresando sola a su tierra, pero es normal, ¿no? Hay niñas en la sierra que a corta edad ya están trabajando solas en el campo. Es por esa razón que existen los abusos sexuales, porque ven que estás desprotegida. De mí nunca abusaron, a Dios gracias. Estoy contenta y tengo suerte de que no me haya pasado cosas, pero sucede un montón.
Dijiste que el tema del incesto, tratado en la película, no es ninguna novedad. Que más bien es un asunto del que no se habla...
La gente cierra los ojos y no escucha. En la sierra incluso las autoridades son las personas que abusan de las chicas, de las niñas, de los niños. Es como una enfermedad tremenda que se está expandiendo y nadie hace algo. ¿A quién puedo denunciar? ¿A quién le puedo decir: este hombre ha abusado de esta niña, si es el mismo presidente del pueblo? Siempre te dicen mejor cierra la boca para que no te pase nada.
¿A ti te decían eso?
¡Uy, cuántas veces! Yo era una chica rebelde, siempre decía: te voy a matar, que crezca nada más. Por haberle hecho esto a mi amiga, te voy a pisar, espera que crezca nada más. Crecí con esa fuerza de vengarme porque me dolía en el alma, solo éramos niñas. Y cuando la directora me hizo leer el guion de la película, me entró una fuerza, unas ganas -por fin tenía la oportunidad de decir cosas. He visto tanto dolor..
¿Y cómo así lograste terminar la escuela? Te pregunto porque muchas niñas no terminan el colegio por dedicarse al pastoreo o a la agricultura...
Mi mamá me hizo repetir de grado, en cuarto de primaria, porque no sabía leer y escribir bien. Siempre me decía que debía usar mi inteligencia y estudiar. Me llevó a Huanta para terminar y me apoyó bastante. Yo odiaba el libro "Yolita", pero participaba en las actividades, era atleta, ganaba competencias. En secundaria me malogré la cintura y por eso comencé a cantar. Le hablaba a mi mamá cantando, le preguntaba cantando. Con el canto gané concursos y con el dinero compraba sacos de arroz, azúcar, aceite, todo lo que hacía falta. Así fui avanzando. Yo quería salir adelante y quería ser policía porque veía muchos abusos. Terminé la secundaria en el 2004, pero allí nomás conocí a la directora Claudia Llosa y cambió mi vida.
Tú que has sido una niña pobre
Sigo siendo pobre. No tengo las cosas que quisiera. Yo he crecido sin luz, recién el año pasado llegó, pero antes solo viví con velas. Tampoco he tenido agua: tenía que caminar media hora para traer agua de una poza. En mi pueblo no hay desagüe. Vivimos en el abandono y es lo de siempre. Desde chica me di cuenta de que mi familia deseaba luz, agua. ¿Cuántos años pidiendo lo mismo? Y las autoridades solo se acercan cuando hay elecciones y hay tanta contaminación... En el baño, en la casa: moscas, sarna, yo he tenido sarna, un montón; piojos un montón, pero mi mamá me curaba, me echaba lejía en el cabello. Paraba tan cochina de niña - pero no había dinero, ni siquiera para curarme. Es una vida tan difícil. Uno siente impotencia de no tener ese poder que da el dinero, ¿no? A las autoridades no les interesa nada.
¿Es posible solucionar el asunto de la pobreza extrema?
Claro que sí, lo que hace falta es que las autoridades sean conscientes de lo que ganan, que no roben y que trabajen por los pueblos tan pobres, solo así podrán superarse, levantarse. El problema es que no hay decencia, solidaridad. Por eso quería ser policía, para hacer algo por las niñas, por las señoras que son tan golpeadas. En el piso les pegan, les queman los pies. Yo tenía una amiga que trabajaba en la chacra y su parte íntima la tenía tan hinchada, su marido le metía fierro y ella lloraba y yo lloraba. ¿Por qué he sido mujer?, me preguntaba y lloraba -Mucho se sufre...
Pero está bien que lo cuentes, Magaly, hay cosas que la gente no sabe y que pasan todos los días.
Y yo no estoy mintiendo, eso es lo peor. Seguro habrá gente que no me creerá, pero la gente sufre en la sierra. Aquí también, ¿no?, pero qué no pasa en la sierra. Algunos profesores dicen a las alumnas: si tú vas a estar conmigo, yo te apruebo. Es un chantaje asqueroso. A los alumnos le dicen: me das una caja de cerveza y te apruebo. Yo me he ganado tanta enemistad por eso. Yo les decía: jálame, jálame, pero iré a la USE y pasaré mi examen. Yo no te voy a dar ni mi cuerpo ni mi dinero. Mi mamá siempre me educó con esa fuerza, para ser independiente. Por eso nunca he permitido que un hombre se me acerque.
Bueno, hay hombres buenos...
Lo sé, la cosa es saber elegir bien.
¿Y no tienes miedo de que el éxito de "Madeinusa" te maree?
Esta película pasará, no es mi vida, es algo que sucedió y lo estoy disfrutando día a día, pero cuando termine, yo continuaré con mi vida, con mi canto. No me puedo quedar solo en la película, sería terrible. Yo no me considero actriz, en ningún momento lo he pensado, simplemente he representado un papel. Yo tengo los pies en la tierra. Se me presentó una oportunidad y lo hice, pero sigo siendo Magaly.
¿Y todavía quieres ser policía?
Ya no, me he dado cuenta de que no los tratan bien, corren muchos peligros y encima están mal pagados. Pero sí creo que hay que trazarse una meta para que nadie te saque del camino. Mi objetivo es ser cantante, quiero cantar ópera en quechua y no me voy a cansar. Quiero ser la sucesora de Ima Sumac, componer mis canciones, denunciar lo que nadie dice. Quiero cantar sobre los niños abandonados, sobre el abuso. De allí vengo...
Eres parte, además, de un pueblo que sufrió mucho por la violencia terrorista.
¿Qué te puedo decir? A mi abuela la degollaron los senderistas y felizmente mi madre no se quedó traumada. Ella siempre decía que esa etapa pasaría. Veía cuerpos en las carreteras, pero seguía. Recuerdo que cuando los terrucos pasaban, me decía que me quedara callada, que todo pasaría. A mi papá una vez le hicieron tomar trago para matarlo, pero él se dio cuenta y se escapó. Todo esto se removió con la Comisión de la Verdad y me pareció bien que se conocieran las historias, pero me parece terrible que hasta ahora no se repare tanto sufrimiento, que no se haga nada. Felizmente esa etapa pasó. Hoy me siento bien, estoy contenta, estudiando, disfrutando. Ahora me encantaría enamorarme de un antiguo limeño, con educación, lo buscaré con lupa. He tenido pretendientes, pero nada más.